Documento redactado en Agosto de 1943 por un Gefreiter de la 7./Pz.Rgt.2 (16. Pz.Div.) que logró ser evacuado en Diciembre de 1942 de Stalingrado donde recuerda sus experiencias de combate en el cerco.

Nota:
Aquí puede leerse un extracto de las memórias del Oberstleutnant Hubert Menzel, primer oficial del estado mayor de la 16. Pz.Div., sobre los últimos combates y la aniquilación de la división en el cerco de Stalingrado.

12.08.1943

Herbert Schimmel

Gefreiter - 7./Pz.Rgt.2 -






Informe sobre mis experiencias en Stalingrado


Despues de que los rusos lograran cercar a nuestras tropas en la zona del gran arco del Don, el 20 de Noviembre de 1942 nuestro batallón abandonó la posición defensiva en Stalingrado. Junto otras unidades se replegó a través del Don en dirección Kalatsch con el objetivo de lograr ahí romper el frente. Debido a la gran superioridad del enemigo no fué posible lograr éxitos decisivos.

Los días siguientes los rusos presionaron desde todas direcciones. Reforzado siempre con nuevas reservas logró empujar a nuestras tropas hacia una zona cada vez más estrecha. En la cercanía de la localidad Nowo-Alexijewski, aproximadamente 20 Km al este del Don, nosotros y partes de la 44. Inf.Div.(mot) formabamos el frente defensivo. Los rusos atacaban día y noche con gran virulencia nuestras posiciones, logrando en diferentes puntos penetrar en nuestras líneas. Una y otra vez, bajo enormes dificultades y un frío extremo, nuestros granaderos lograron provocar grandes bajas al enemigo.

Durante estos dificiles combates defensivos nuestro batallón disponía ya unicamente de unos pocos carros de combate y que eran necesitados en todos los puntos donde el enemigo había logrado romper el frente.

El 15 de Diciembre a las 18 horas realizamos un contragolpe con tres carros de combate y apoyo de la infantería. Cegados por la oscuridad avanzamos disparando con todas las armas a nuestra disposición y tuvimos éxito. En el transcurso de esta operación nuestro carro de combate fué alcanzado por un impacto que no inmovilizó directamente el vehículo pero que durante la marcha de regreso provocó la pérdida de la cadena. Debido a que mi equipo de radio estaba averiado no pudimos informar al resto de vehículos sobre nuestra situación. El comandante y el artillero abandonaron el vehículo con el objetivo de buscar ayuda. En esta situación quedó de manifiesto la ventaja de que cada miembro de la tripulación estuviera instruida en el resto de posiciones: el conductor asumió la función del cargador, el cargador la del artillero y el operador de radio asumió la función de observación. En esta posición quedamos abandonados a nuestra suerte hasta que a las 4:30 horas de la mañana siguiente nuestro comandante regresó sin haber encontrado a nadie. Nuestra situación era muy crítica pues importantes fuerzas de infantería rusas habían roto el frente al noreste de Nowo-Alexijewski y entretanto se encontraban a unos 700 metros de nuestro carro de combate. Abrimos inmediatamente el fuego cuando desde nuestro flanco un cañón anticarro tras el tercer disparo logró incendiar nuestro vehículo. La infantería rusa nos había casi rodeado, aún y así todos logramos abandonar el vehículo sin sufrir ninguna baja. En esos momentos cada uno de nosotros era consciente que ibamos a morir. El comandante fué abatido por una ráfaga de ametralladora, el conductor fué herido por un impacto en su estómago y fallecería horas más tarde, el cargador fué herido en su brazo, yo resulté herido por una bala en mi pierna izquierda.

Mientras me encontraba tumbado en el suelo la situación dió un giro inesperado. Desde un riachuelo que fluye desde el norte hacia el sur aparecieron por sorpresa tres carros de combate de nuestro batallón que forzaron a la infantería rusa a retirarse.

Horas más tarde un Oberleutnant de la infantería encontró a nuestro artillero muerto con un tiro en la nuca. Al día siguiente fuí evacuado del cerco por un He-111 desde el aeropuerto de campaña de Pitomnik.





Herbert Schimmel
Gefreiter